martes, 15 de octubre de 2013

De una hija a una madre


8 comentarios:

  1. ¡Buffff! ¡Encima vuelvo desentrenadísima!
    Yo también echo de menos pasearme por vuestras historias, relatos, poesías... Voy a echarle la culpa al tiempo o la falta del mismo, aunque hoy un abrazo maternal me ha sentado delante del lápiz y el papel. ¿Tendré que abrazar más?

    Gracias por animarme Alfredo
    Un saludo, Mónica

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  2. Me encantó tu carta, el olor de lo antiguo, a mí también me trae recuerdos, lo recuerdo con añoranza... el recuerdo de ese tiempo pasado sí fue mejor. El olor de todo lo antiguo, el olor de la niñez.
    Un abrazo Mó, se te echa de menos.

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    1. Es verdad. Qué buen olor tienen los recuerdos buenos ¿eh?
      Yo también echo de menos escribir-os y leer-os-me, sí, porque a veces para escribir necesito leerme por dentro.

      Gracias Francisco
      Un saludo, Mónica

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  3. ya se te extrañaba... excelente carta.
    un abrazo
    carlos

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    1. Qué grato resulta que te extrañen, yo llevo un tiempo extraña, o más bien extrañando la falta de tiempo.

      Gracias Carlos
      Un saludo, Mónica

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  4. Hola Suspiradora, cuánto tiempo sin tus cartas.
    Porque sé que es tu madre, si no, pensaría que estás describiendo a la mía. Me da que hemos tenido suerte con las madres, aunque toco madera porque la mía está con un pie aquí y otro en la siguiente dimensión.

    Te echamos de menos, Mó, un abrazo de bienvenida.

    Namasté.

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    1. Abrazo recibido.
      Qué sensación tan agradable, llevar meses casi sin abrir el blog y encontrarte como en casa, todo en su sitio, hasta mis incondicionales seguidores están ahí sugiriéndome unas letras, mil gracias, de verdad.
      En cuanto a la coincidencia con las madres... Me da que todas tienen algo en común, algo especial y a la vez familiar. L@s hij@s somos menos universales ¡y menos mal!
      Tengo ganas de poder pasearme por tu casa y quedarme sin suspiros entre poemas, este tiempo sin tiempo está durando demasiado.

      Un abrazo, Mónica.
      Namasté

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